La Ermita y el Calvario de Potries constituye uno de los ejemplos más representativos y monumentales del catálogo patrimonial de la localidad, constituyendo un testigo etnográfico y cultural muy importante y representativo de la historia de Potries y de la comarca, con gran potencial turístico, ambiental y cultural. Catalogado como Bien de Relevancia Local. (Espacio Etnográfico de interés Local.) esta situado en el extremo sudeste de la población en un pequeño promontorio de 137 m. de altitud y conectado con uno de los espacios naturales más valorados del municipio.

La ermita se localiza en la cumbre y ser construida por los vecinos del pueblo bajo la dirección del arquitecto Carlos Spain a mediados de siglo XIX (1854-1865). La planta del edificio es un cuadrado de 15 metros de lado. Su planta presenta una disposición de cruz griega inscrita en un rectángulo, transagrario y un atrio o vestíbulo en los pies. La fachada es de una sobria y elegante concepción neoclásica, donde la disposición simétrica de las aperturas aligera su robustez y crean un delicado juego de sólidos y aperturas, de luces y de sombras. Las naves se cubren con vuelta de cañón y en la intersección de la nave con el crucero se eleva una cúpula con tambor octogonal sobre conchas. Las pinturas del interior son obra del pintor Luís Téllez-Girón y Belloch. En el altar mayor se dispone una hornacina central que alberga la imagen de Cristo de la Agonía, talla policromada del siglo XVIII.

Un pronunciado camino flanqueado de cipreses, donde se sitúa el Calvario, permite la ascensión desde el casco urbano hasta la ermita. Empedrado y escalonado, es un camino con una pendiente acentuada. En el tramo superior, el camino se bifurca y se curva hasta desembocar en una plazoleta semicircular que se sitúa ante el edificio de la ermita. La plaza está toda rodeada por una barandilla de masonería, con losas de piedra calcárea en la parte superior, y constituye un verdadero balcón sobre la huerta con unas magníficas vistas.

Existe constancia documental que el calvario ya existía a finales del siglo XVIII, y está constituido por un conjunto de construcciones hechas con baldosa maciza, de base rectangular y unos dos metros de altura, que se alinean junto a los cipreses que flanquean el camino empedrado de la subida a la ermita. Aparecen rematados por unos frontones con volutas coronados con una cruz. Todas disponen en el frontal de plafones cerámicos con las estaciones del calvario. Se trata de uno de los Via crucis más interesantes y bellos de la Comunidad Valenciana, tanto por la impresionante calzada de canto rodado y la decoración cerámica original de las casetas, como por su perfecta integración paisajística con los cipreses y el entorno natural.

El relativamente buen estado de conservación de la calzada y del conjunto arbóreo contrastaban con la desaparición por hundimiento de algunas casetas y el peligro de hundimiento inminente de otras.

Después de la intensa explotación durante décadas de la veta arcillosa de los alrededores de la fábrica de baldosas, que se situaba al este de este eje del calvario en la zona de contacto con el talud del camino de subida, eliminando el terraplén natural necesario para estabilizar los empujes y cargas del propio calvario, ocasionando los deslizamientos y hundimientos de la base de apoyo del firme empedrado del camino y la ruina de parte de sus elementos.
A esta circunstancia, suficiente por sí mismo para desestabilizar el camino, hay que añadir los numerosos episodios de fuertes lluvias torrenciales, avenidas e inundaciones, que han generado daños importantes y generalizados en el camino y las casetas del calvario.

El proyecto realizado ha consistido en primer lugar en la consolidación y reintegración de los suelos del talud natural y la contención y estabilización mediante la construcción de un rompeolas formado por grandes piezas de piedra que tienen que contener los suelos originales junto con los restituidos. Este es el elemento fundamental de la actuación, puesto que tiene que garantizar la estabilidad en el futuro de la estructura así como un drenaje adecuado de las aguas que evito el arrastre de suelos. A continuación, se ha procedido a revertir la desaparición de algunas casetas y evitar el peligro de hundimiento otros que presentaban un equilibrio inestable.